Cambiar.
Queremos cambiar.
¿Cambiar qué? Los resultados
¿Pero cómo? ¿Cambiando nuestras acciones?
¿Qué determina nuestra acciones? ¿Las circunstancias? ¿La necesidad? O tal vez...la percepción.
Nuestro comportamiento está regido por nuestra manera de percibir la realidad. Somos observadores.
EL observador es una integración de lenguaje, cuerpo y emociones.
Juzgamos la realidad a través de lenguaje, y éste determina nuestra forma de observar.
Ciertas emociones hacen posibles ciertas acciones, y a su vez, limitan otras.
Y así como el cuerpo responde a las emociones, las emociones también responden al cuerpo.
Es reinventando estos tres elementos que se hace posible transformar la percepción, y por ende, nuestras acciones; para finalmente cambiar los resultados.